Le hablaba a las flores.
Contaba en sus historias los amores olvidados. Se mecía con ellas, al ritmo del viento, sentía en sus mejillas el frío de la tarde.
Le hablaba a las flores.
Tocaba con sus dedos los tríos de pétalos de color rosa. Buscaba entre ellos aroma, inexistente. Quería aspirar su frescura, subir a su altura, mezclarse con ellas.
Le hablaba a las flores, y escapaba. Sumergiendo en el silencio del jardín sus palabras en susurros. Despolvando los sueños olvidados en cada palabra. Soltando cada nudo amarrado al corazón.
A veces, también las flores le hablaban.